Las cosas como son, la primavera en Barcelona se vive intensamente. Todo el mundo espera con ansia su llegada para salir a sus calles, plazas y, especialmente, para hacer uso de esos rincones ocultos como son los patios urbanos. Estos lugares, el secreto mejor guardado de los locales, se convierten en refugios perfectos para escapar del ritmo frenético una vez pasado el umbral de la puerta.